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miércoles, 30 de marzo de 2011

WEEGEE: EL FOTÓGRAFO DEL CRIMEN (I)


Fotógrafo de sucesos y de crónica social, Weegee se especializó en los asesinatos de la Mafia. Éste cronista del hampa, al igual que los protagonistas de las novelas negras, merodeaba por la noche neoyorquina con su inseparable cámara, con la que configuró un crudo retrato de la ciudad en los años 30 y 40. Hoy es un autor de culto. Pero ¿quién se escondía bajo su curioso pseudónimo?

Cuando en 1910 llegó el pequeño Usher H. Fellig con su madre Rachel y hermanos a Ellis Islan, al funcionario de inmigración le sonó demasiado extraño el nombre de Usher y registró al niño como Arthur. Él era el segundo de siete hermanos, los tres hermanos más jóvenes nacieron ya en tierra americana. Ellis Islan fue la puerta de entrada a Nueva York para millones de inmigrantes que llegaron en oleadas desde el siglo XIX. En su oficina de inmigración federal se tramitaron los papeles de veinte millones de personas entre 1892 y 1954. La gente se amontonaba a la espera del permiso de entrada después de unos viajes largos y penosos, la triste situación no desanimó al recién “bautizado” Arthur, para él aquella pequeña isla era el lugar más bello del mundo.

Arthur H. Fellig nació un 12 de junio de 1899 en la ciudad de Zloczew, Austria (actualmente Zloczew pertenece a Polonia) en el seno de una familia judía. En su tierra natal, los Fellig se dedicaban a hacer de intermediarios entre los granjeros locales y el ejército austríaco al que proveían de alimentos. Su origen judío les hizo perder el contrato con el ejército y las persecuciones y pogromos les obligaron a emigrar completamente arruinados. Primero emigró el padre de familia Bernard Fellig en 1907, de fuertes convicciones religiosas, abandonó sus estudios para ser rabino y ejerció múltiples oficios en su nueva patria. Durante tres años ahorró el dinero necesario para poder reunir a la familia. Como tantos inmigrantes de la época, se instalaron en el Lower East Side de Manhattan donde los especuladores construyeron casas baratas. Una zona que por aquel entonces era bastante insalubre por la cercanía de los pantanos. Los Fellig compartieron su pequeño apartamento con las chinches y otros insectos. El calor humano les ayudaba a soportar los fríos inviernos y, los calores del verano, los combatían Arthur y sus hermanos durmiendo en las escaleras de incendios.


UN “SIN TECHO” EN MANHATTAN

Arthur abandonó pronto la escuela para llevar un jornal a casa. Con catorce años se hizo vendedor callejero de golosinas y también trabajó en una tienda de fotografía. Un día vio a un fotógrafo ambulante retratando a niños montados en un poni y descubrió el Ferrotipo, una técnica muy popular en Estados Unidos por su bajo precio. Producía unos resultados parecidos al daguerrotipo aunque de menor calidad. Decidiendo que esa sería su profesión compró por correo todo lo necesario y en pocos meses dominaba la técnica. Como fotógrafo ambulante se dedicó a fotografiar niños por el Central Park, para ello alquilaba los fines de semana un pequeño poni al que llamaba Hipo y que hacía las delicias de sus pequeños clientes. El trabajo fue decayendo y los gastos del poni fueron aumentando lo que hizo que Arthur diera fin a su incipiente carrera de fotógrafo ambulante. Coincidiendo con este hecho y aún siendo un adolescente dejó la casa familiar para huir de la estricta disciplina paterna. Esta fue una época dura donde el joven se convirtió en un “sin techo” durmiendo en parques y comiendo en los centros de beneficencia. Durante varios años ejerció un sinfín de trabajos, desde lavaplatos hasta pastelero.


En todo ese tiempo continuó estudiando fotografía por su cuenta hasta que se empleó en un estudio de fotos de identidad durante tres años. Después fue ayudante de un fotógrafo comercial hasta que en 1921 pasó a trabajar en los laboratorios del The New York Times, donde además de revelar las fotos de sus compañeros, de vez en cuando era enviado a cubrir algunas noticias en el turno de noche. Cansado de estar relegado en las entrañas del periódico sin ver la calle la mayor parte del tiempo empezó a trabajar para varias publicaciones, entre ellas un rotativo que destacó por su novedoso tratamiento del diseño gráfico y la maquetación de sus fotografías, era el PM Daily. Pero realizar las fotos y tener que recorrerse las redacciones para venderlas se tornó duro y poco práctico, por lo que, en 1924, recaló en la agencia Acme Newspictures que luego se convertiría en la United Press International (UPI). Esta agencia se encargaba de proveer de imágenes a los tres periódicos más importantes de la ciudad: El Daily News, el World Telegram y el Herald Tribune.

CONTINUARÁ…


Publicado originalmente en la revista CLÍO, año 2, núm. 21, del mes de julio de 2003

Nuevamente publicado el 7 de julio de 2013 en la Revista Rambla

3 comentarios:

  1. Buen Blog!! con profesionales asi, da gusto.
    Un saludo I. barreto

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  2. Hombre, el ¡Gran Barreto!, gracias. Quizá nos veamos la semana que viene, creo. Un abrazo.

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  3. No me da tiempo, porque es a las 12:30 h y escribo esto a las 12:20 h y estoy lejos, pero me hubiera gustado asistir a esa convocatoria de prensa. La da el director del Zoo de Barcelona, el señor Miquel Trepat. Resulta que nos va a informar de los dispositivos que las fuerzas de seguridad van a adoptar para...

    ¡Atrapar un lobo! ¡Un lobo anda suelto por la ciudad! Y yo escribiendo un relato corto que se titula "Caperucita Roja y el lobo triste". En fin...

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